Sunday, June 12, 2016

El Juego del Ángel – un libro que me cautivó

Muy recientemente he descubierto otra vez el gozo de leer libros. Además de ser muy divertido es también una manera fantástica de mejorar tu conocimiento de una lengua extranjera. Tras haber leído algunos libros españoles un poco menos gruesos un día empecé a leer El Juego del Ángel escrito por Carlos Ruiz Zafón gracias a las recomendaciones de algunos amigos. Y a pesar de sentirme un poco frustrado por el bastante alto nivel de español (pues, como hablo estudiante de español ;-) que se observa en dicho libro, muy pronto este libro me cautivó tremendamente.

En resumen es una historia de un pobre joven David Martín que tiene el talento de escribir y quiere ser un buen escritor un día a pesar de no tener bastantes recursos actualmente. Poco a poco el libro nos enseña cómo él aprovecha las oportunidades que encuentra en su vida, cómo sus relaciones con otros personajes se desarrollan con el paso de tiempo, sus experiencias felices y tristes, ciertos momentos de locura, nostalgia hacia su pasado y sobre todo su pasión de escribir. El estilo de entrelazar los personajes misteriosos en un ambiente igualmente misterioso de la Barcelona del inicio del siglo veinte te cautiva y te anima aun más a descubrir la historia que sigue.


La manera de la que dibuja el autor ciertos personajes principales del libro como el señor Correli, Sempere, Isabella, Cristina, Vidal, entre otros, casi te da la sensación de haber visto una película. Especialmente me encantaron las relaciones de calidez entre David y el Sr. Sempere e Isabella que tocan tu corazón y te muestran las emociones de los personajes en pocas palabras. Dado que el libro tiene un matiz oscuro y se observan varias descripciones sombrías de Barcelona durante una etapa industrializada de la ciudad, dichas conversaciones cariñosas de David con el Sr. Sempere e Isabella complementan perfectamente a las tinieblas de la ciudad y como lector tú te identificas con David y su lucha por la supervivencia.


Para resumir, quiero decir que ha sido un placer leer este libro, o en las propias palabras de Sr. Sempere, "conocer" a este libro, dado que como dice él cada libro contiene el alma de su escritor y de cada lector que lo ha leído. El Juego del Ángel comenta maravillosamente sobre la belleza de los libros y como dice el Sr. Sempere, otra vez, mientras quedase una sola persona en el mundo capaz de leer y vivir los libros, habría un pedazo de Dios o de vida.

Monday, March 7, 2016

La nochebuena

“Es una mañana ma-ra-vi-llooo-sa!”, Juan Antonio se dijo a sí mismo, enfatizando en los sonidos “ma”, “ra”, “vi”, alargando el “llo” y finalmente un abrupto “sa”.

Y él tuvo razón completamente. Fue el día 24 de diciembre. Todo el Madrid fue lleno de ambiente festivo planeando varias cosas para la celebración de la nochebuena. Juan Antonio había ido para dar un paseo por esa mañana.

Esa semana de vacaciones verdaderamente fue como un soplo de aire fresco en su trabajo cotidiano. Ser un escritor durante ese tiempo de problemas económicos no fue fácil para él. Fue un excelente escritor creativo, pero por la recesión económica no había podido sacar ningún contrato lucrativo desde hace tres años y tuvo que escribir varios informes aburridos para los periódicos solo para ganar el pan para su familia. Sin embargo, continuó trabajar sin quejar y siempre esperaba con ilusión a una oportunidad buena en el futuro cercano que a lo mejor iba a traer una sonrisa en la cara de su mujer y su hijo.

Mientras disfrutaba esa mañana festiva, de repente se encontró con su hijo Federico en el Parque del Buen Retiro que estaba muy cerca de su casa. Estando de espaldas y mirando al cielo –el chico parecía muy pensativo. Bueno, para un niño de solo diez años no fue normal para nada parecer tan pensativo, especialmente durante ese periodo tan feliz. Pero Fede fue verdaderamente un chico especial. Haber visto la situación dura de sus padres, él había madurado mucho antes que la edad más apropiada para ese cambio en el comportamiento de los chicos. Una vez cuando le preguntó su abuelo qué querría él para su cumpleaños, él muy inocentemente había respondido: ¡Un kilo de patatas! Pues, como se puede ver, afortunadamente todavía no había perdido su inocencia totalmente, y Juan Antonio y su mujer Patricia estaban inmensamente orgullosos de él.

“A ver qué ha pensado este chiquitín hoy”, se preguntó Juan Antonio.“Oye Fede, qué tal? Buen día, eh?” exclamó él, tratando de aligerar el ambiente.

“Pues, claro, no tengo que ir a la escuela, no?” Dijo su hijo.

“Claro, claro… no hay que ir a la escuela, no tarea, jugar al futbol con tus amigos, decorar la casa y un montón de regalos por la noche… que chulo, verdad?” Juan Antonio continuó, pensando en que a lo mejor ese tema de los regalos le haría feliz a Fede.

“Papa, eres muy amable. Pero no quiero ningún regalo para la nochebuena. De hecho, nunca jamás quiero ni un regalo.” Respondió Federico con un énfasis en las palabras “de hecho” de una manera casi apropiada para la gente mayor, lo que en seguida produjo una sonrisa en la cara de su padre.

“Pero por qué no? No te gustan los juguetes de LEGO? No te gustaría alguna ropa nueva para celebrar la navidad? Hombre, has estado un hijo buenísimo este año y lo mereces todo, eh?”

“Claro que me gusta todo eso. Pero la semana pasada cuando había ido para una excursión fuera de Madrid con mis compañeros de la escuela, vi un albergue para desamparados. Hay mucho más lugares así en todo el mundo, no solo en España, sabes? Sí que son, dijo nuestra profesora. Hay mucha gente en el mundo que vive en pobreza, no puede comprar ni nueva ropa, ni los regalos, ni siquiera una cena algunas veces, sabes?” Fede estaba hablando sin parar.

A Juan Antonio se dio cuenta que su hijo había tocado un tema muy serio. Pero como un padre cariñoso, él tuvo que intentar proteger la inocencia y la niñez de su hijo.

“Sí, desafortunadamente es la verdad. Pero nosotros también ayudamos a la gente que necesita ayuda, no? Te acuerdas cómo habíamos ayudado a la familia de tu amigo Miguel cuando su padre perdió su trabajo? Eso es el deber nuestro como seres humanos y tú también debes estar orgulloso de ti por haber contribuido a bien estar de un amigo tuyo. Y todos los chicos tan amables y serviciales merecen regalos por la nochebuena, no?” El padre trató de hacerle sentirse mejor a su hijo, explicando un tema muy serio en palabras tan simples como posible.

“No, papa, no. Cómo puedes decir así? Según Wikipedia este tipo de pobreza nunca acaba. Había existido desde siglos, sin duda existe hoy y va a empeorar en el futuro. Entonces no es justo que un chico como yo disfrute los regalos y los pasteles y millones de personas en todo el mundo ni siquiera pueden comprar un pan. No, papa, no. No merezco ningún regalo de verdad.”

Pues, el rumbo que la conversación había tomado entristeció a Juan Antonio. La navidad, la nochebuena, la nochevieja…todo debería haber sido un descanso necesario para su hijo de todos los problemas que les rodeaban en el mundo real y aparecían en los medios como periódicos, televisión, internet, etc. Pero desgraciadamente un niño tan hermoso como Fede tampoco había sido capaz de escaparse de la realidad.

En ese momento, Juan Antonio tomó una decisión… una decisión muy importante. Un escritor bueno y una persona pensante, decidió a explicar la dura verdad del mundo que estuvo seguro que ahora su hijo podía entender.

“Mira, Fede. Lo que tú dices, sí que es verdad. Pero también tienes que considerar que tienes esta única vida enfrente de ti, y esta vida merece estar disfrutada. De acuerdo que siempre habrá problemas graves en el mundo, pero muchos de esos problemas serían fuera de tu control. No debes arrepentirte de esto. Claro que debes ayudar lo cuanto posible a los demás, pero también poco a poco tienes que tratar de disfrutar esta vida que también es muy bonita y hermosa. Imagínate… Hay montañas gigantes en la tierra que puedes escalar. Hay música fantástica a la que tienes que escuchar. Hay libros extraordinarios que debes leer. Además, vas a experimentar unos días festivos como hoy, que no parecen tan importantes ahora, pero sí que son. Estos pequeños momentos nos mantienen como una familia, como una sociedad, y enriquecen tu vida, hombre. Quizá no me entiendas completamente hoy, pero seguro que vas a darte cuenta veinte años después, hazme caso.”

Juan Antonio paró por un momento para ver si su hijo pudo entender el sentido. Y como esperaba, sí que Fede siguió entendiendo ese asunto tan profundo. “Cuando hagas esas cosas y a la vez ayudas a los demás, seguro que vas a sentirte mucho más feliz y satisfecho.”

Había unos 15-20 minutos de silencio. Mirando al cielo, observando los pájaros en los arboles y sintiendo la frescura de la hierba por sus dedos, los dos siguieron reflexionando sobre la conversación.

De repente rompió el silencio Federico: “Pues, papa, entonces podríamos invitar también a Miguel y sus padres para la fiesta? Le gusta mucho a Miguel el pastel que prepara mama para la navidad… podemos invitarles, no? Dime, dime…” Pues, Juan Antonio dio un suspiro de alivio.

“Jejejeje…!Claro, chiquitín, claro! Yo lo sabía, y por eso ya les he invitado. De hecho, creo que ya están en nuestra casa para ayudarnos con las decoraciones de la fiesta!”

“Wow… fantástico…!!! Entonces después de la cena yo y Miguel vamos a construir un castillo de LEGO… O a lo mejor un barco de los piratas…? Qué más…? Qué más…?”


De repente el entusiasmo de Fede no podía caber en su cuerpo pequeñito. Pareció que finalmente Juan Antonio había logrado recuperar la inocencia de su cariño.

Friday, May 8, 2015

Dar un salto de fe...

Algunas veces el amor no es tan diferente de cualquier otro aspecto de la vida. Cuando una persona está enamorada de alguien, hace muchas cosas sin ninguna explicación racional. La persona puede saltar de un acantilado mientras pide a dios que sea capaz de volar. Y aunque esto es un estereotipo que normalmente se relaciona con el amor, sí que es aplicable a casi cada aspecto de la vida.

Siempre recuerdo este dialogo de la película estadounidense “Incpetion” cuando un personaje dice al otro : “¿Dime ahora, estás listo a dar un salto de fe?” Pues, ¿qué opinas tú? Es verdad, ¿no? Hay tantas situaciones en tu vida cuando tu corazón quiere hacer una cosa pero tu cerebro te ordena que hagas la otra. Y durante la mayoría de estas instancias, sí que haces lo que dice el cerebro.

A ver, es bueno que escuchemos a nuestro cerebro de vez en cuando porque la lógica siempre es un factor imprescindible para llevar una vida con éxito. Pero, sin duda alguna, definitivamente te has enfrentado por lo menos a un momento crucial – un momento decisivo – en tu vida cuando has querido desesperadamente dar ese salto de fe. A pesar de lo que te digan tu familia o tus amigos, tienes fe en esa decisión tuya. Sea un asunto de tu carrera o sea una decisión de hacer un viaje largo al extranjero… A pesar de considerar los efectos de un fracaso, te gustaría dedicar todos tus esfuerzos para realizar tus sueños y tienes la fe de que de una manera u otra se conectaran los puntos sueltos en el futuro para presentarte una gran pintura – como dijo una vez el legendario Steve Jobs.

Pues, cual es el significado de la vida y en cierto modo, de la muerte? Bueno, nosotros estamos aquí en la tierra llevando nuestras vidas, pero quién sabe nuestro objetivo principal de estar aquí? ¿Cuál es nuestra misión de veras? Puedes buscar las explicaciones en la religión, en la filosofía o simplemente en ayudar a los demás… Pero si piensas objetivamente, al fin y al cabo, no estás haciendo nada más que desarrollar tu propia motivación de celebrar tu estancia aquí en la tierra.

Y eso es lo que quiero decir exactamente cuando se trata de dar ese definitorio salto de fe. Es tu vida. Es tu tiempo. Haz lo que quieras hacer apasionadamente y quizás encuentres un día tu propia razón de estar aquí - tu “leyenda personal”.

Friday, March 27, 2015

Una tienda de los instrumentos musicales...

Siempre me encanta hacer una visita a una tienda de los instrumentos musicales. La visita puede ser por alguna razón específica o simplemente casual, me encanta el ambiente allí. Los sonidos de los instrumentos, las conversaciones entre los músicos y los vendedores sobre varias características de marcas diferentes, algunos padres que vienen para buscar algunos instrumentos o libros informativos para sus niños… todo es, de verdad, un convite para mí.

Si tú vas a la tienda por la mañana, justo cuando la han abierto, te parecería la tienda muy diferente. Ante todo, me gusta el aroma diferente de los instrumentos nuevos de madera. Hojeando los libros en las estanterías puedes pensar cómo los mejores compositores habían compuesto esas melodías fantásticas. Tocando un violín exquisito sigues imaginando cómo un maestro podrá producir sonidos mágicos a través de un simple instrumento de madera y cuerdas…

Viendo los instrumentos arreglados de la manera adecuada, paseando por secciones diferentes, experimentando una sensación tierna tocando una guitarra... me siento muy sereno estar allí solo en la compaña de la música.

Poco a poco, los clientes empiezan a venir. Puedes observar cada uno con su propia personalidad. Algunos son músicos profesionales que quieren instrumentos específicos de acuerdo con sus requisitos. Algunos son principiantes en el océano de la música que quieren saber más sobre la guitarra o piano antes de comprarlo. Además, hay muchos músicos aficionados (¡como yo!) que simplemente quieren pasar más tiempo en la compañía de los instrumentos. Muchas veces algunos músicos desconocidos se encuentran en la tienda por primera vez y se convierten en buenos amigos a través de una sesión de música sobre la marcha.

Las tiendas normalmente, por lo menos en India, siguen operando hasta las horas 20:00/20:30. Los clientes empiezan a reducirse en números a esas horas. Para entonces la mayoría de los músicos aficionados también se van de la tienda. Al fin del día puedes ver los empleados cansados relajándose y chateando. Poco a poco, los empleados comienzan a arreglar todos los instrumentos, libros y otros productos otra vez para el día siguiente.

¡Y así, termina la tienda su jornada y espera a la mañana siguiente que seguramente será tan bonita y hermosa como hoy!

Wednesday, February 18, 2015

Un viejo y su nieto




Desde que vi esta imagen, no he podido dejar de pensar en tantas emociones que me han tocado el corazón. Generalmente hablando, solo es una imagen casual de un abuelo y su nieto que están dando un paseo alrededor de su pueblo. Pero cuando vi más detalladamente la imagen, de repente empecé a pensar en muchos recuerdos que tengo de mi niñez. Muchos otros pensamientos también pronto los acompañaron a esos recuerdos y sin darme cuenta ya había empezado a relacionarme con ese cariñoso “equipo” de un abuelo y su nieto.

No pude dejar de imaginarme: ¿cómo se habrían estado conversando los dos? El viejo – en el otoño de su vida – a lo mejor está pensando en las varias etapas de su vida. Quizá haya tenido una niñez buena o quizá no… quizá haya pasado por una juventud muy dura o quizá no… tal vez se haya enfrentado a algunos problemas muy graves durante sus cuarentas o cincuentas… pero lenta e ininterrumpidamente habría llevado su vida hasta este punto.. ¿Y ahora? ¿Quién tiene enfrente de sí mismo?  ¡Un pequeño de 5-6 años que está al principio de su propia aventura de su propia vida! ¡Que pensamiento tan hermoso!

A diferencia de las experiencias que hubiera tenido y opiniones que hubiera formulado el viejo con el paso de los años, ese pequeño solo tiene su curiosidad. El chico sigue preguntándole a su abuelo: ¿Por qué la gente tiene que trabajar? ¿Por qué no puedo llevar a algún perrito a nuestra casa como un miembro de nuestra familia? Pues, yo voy a llegar a ser un policía cuando sea mayor y voy a casarme con mi mejor amiga Pili (que es su compañera en la escuela y también su vecina)… 

El viejo solo sigue charlando y contestando a las respuestas monas de su nieto. Entre algunas preguntas de su nieto, el abuelo también le hace hablar a su nieto. Le pregunta sobre ciertos asuntos muy triviales para los adultos, pero los que sí parecen muy importantes para el nieto. En cierto momento, el chico está confundido. No sabe cómo contestar a una de las preguntas “serias”. ¡También se pone un poco triste por no haber pensado en una cosa “tan importante”! Pero de repente piensa en alguna solución tan simple y mona que el abuelo acaba por echarse a reír. 

Poco después, empieza a atardecer y tienen que volver a su casa. Al principio, el nieto quiere seguir con su andar más adentro en el bosque, pero tan pronto como el abuelo dice que la madre del chico ha preparado su plato favorito, de repente el nieto empieza a esperarlo ansiosamente como si fuera una cosa tan preciosa e incomparable!

Durante la conversación, el viejo casi se ha olvidado de su propia edad… Se ha olvidado de que tendrá  que ir a la mañana siguiente a su médico familiar para tomar algunas medicinas, o tendrá  que cuidar de algunos asuntos financieros… Él aun se ha olvidado de que el mundo de verdad es un bosque salvaje por el cual tenemos que andar muy cuidadosamente, y que en cambio es un lugar tan simple, bonito, lindo y hechicero como le parece a ese pequeñito…

Saturday, October 1, 2011

Riyaz... and the useless practice of counting the hours of your practice

Moments back I was listening to Pt. Ravi Shankar’s sitar and it suddenly stirred so many thoughts inside me, especially after some recent experiences and thoughts I have been having about my relationship with music.


This particular sitar piece was indeed marvelous. He just effortlessly touches most minute of the musical notes and magically passes to the next one as if what he is doing is nothing more than ringing a bell. And all this just makes you realize the countless number of hours musicians like Pt. Ravi Shankar must have put in to reach what they are today. Yes, agreed, it takes a lot of luck to have the right guru at the right age, but nevertheless, these musicians pursued it thereafter lifelong.


And here we are. Young musicians like us. We are so desperate to achieve greatness, consciously or unconsciously we end up counting the number of hours of riyaz we are doing daily/weekly. (I am talking about the ones who are at least aware of the necessity of a regular practice. There are plenty of others who are quite content playing the same level of music year after year. I can’t comment on those though; different people, different opinions, different priorities.)


At least, in the last few months, to make my decision of devoting more time to music more tangible, I have been keeping an unconscious mental track of such hours. And suddenly, and fortunately, because of the timeless classical melodies like the one I just heard I realized how useless all this calculation is.


I don’t think Pt. Bhimsen Joshi ever wondered: ‘Hmm, did I practice today for 4 hours or 5 hours? I guess I need to practice everyday for 6 hours now onwards.’ No bloody way! When the teachers of these legends (in their young age) told them to practice a particular piece of music for 100s, 200s, 500s of times, did they go ahead and calculated the required number of hours for that? I sincerely don’t think so! There was no ‘ratio analysis’, there were no ‘time-bound objectives’, nor any ‘projected growth’ for the next 5 years.


Now that I come to think of it, the thought of ‘greatness’ might not have even touched them before putting those millions n millions of hours of riyaz in the first place. And most of them must have got so humbled by the end of this particular phase of journey that I don’t think the so called greatness even meant anything to them any more. They just kept on going, walking the path, trying to dive further in the endless abyss that music is.


Some times, all this may sound unpractical to some people, including me; but at the end of the day, I guess there’s no other option anyway.

Wednesday, August 24, 2011

Fun days. Youth fest days.

This chain of thoughts started in the first week of July.


I had visited Podar (my junior and degree college) after a long time. I was simply without words when I entered the auditorium, especially when I saw the locked doors of the green rooms… I couldn’t help but just stand still and stare at them... I could actually see the images of my college friends moving around here n’ there as if it were some nostalgic scene from some film...


Those were definitely one of the fun times of my college days. As soon as the academic year would gather some momentum, the auditions and successive practices for the youth fest used to start. Of course, initially as a junior, I myself went through this process (I played harmonium for the music events) and as a senior, I was happy to conduct this process along with some other seniors and music experts. (Well, during my last 1-2 years, it was a pretty funny and grown-up kind of feeling, when the fresh participants would actually look up to me for guidance!)


Soon the regular practices would begin. It was really an experience not to be missed! Internal quarrels, girls getting sentimental, boys behaving rude, long and grueling rehearsals, the nice feeling of seeing ourselves getting better at the song over the few weeks, those after-practice hang-outs at local restaurants, discussing interesting “insider stories” about various other “personalities” in the festival circle, and then again getting up early next day to show your face for practice… boy, that was fantastic!


The elimination rounds were not a cakewalk at all, but the real challenge was the finals at the University Club House, where there was much tighter competition.


And today I visited the same event at the same place after about 2-3 years, merely as an ex-podarite. (Sadly this year Podar did not get a rank in the first 3.) I must admit that these 5-6 hours that I spent there were totally surreal. Although the performers on stage were absolute strangers to me, I could see the faces of our own Podar singers and could imagine myself sitting on stage, playing the harmonium. (Well, there was no need to imagine Vijay Jadhav accompanying us, because – as amazing as it is – he was actually still out there accompanying many colleges as a professional artist.)


While I was at it, I remembered those last minute rehearsals at the small room next to the backdoor of the stage. I remembered those last minute encouragements from Kaustubh, Sagar, Mr. Hande. Of course, Vijay was always there for moral support. Once our number was announced, we would hurriedly climb up the tiny stairs and enter the stage. Everyone would be tense, but still tried their best not to show it on their faces. Soon singers would test their mikes, and so would I and Vijay for harmonium and percussions respectively. Once everybody would be ready, Aparna Shekhar would give the timing and the song would begin.


During the years when I performed, the song happened to go pretty well and we would come out of the audi from the other door. Phew!! Now every singer from the team used to feel relaxed and could get back in the audi to listen to other group songs. Of course, now that the pressure would be off, we wouldn’t mind giving our “expert opinions” about others’ performances! :)


It used to take quite some time to finish all the performances, but we enjoyed it along with many other Podarites who used to come all the way there just to support us. But once it got over, Save sir used to announce the results in his usual witty manner, for e.g., making some extremely boring & routine announcement just before announcing the winner, thereby stretching the curiosity of every single person present down to the last nerve.


We may be dada in our zone, but in the finals there was cut-throat competition with the other heavy-weights such as Mithibai, Ruia, Ruparel, Sathe and many other colleges. Some times we emerged on top, some times we did not. But one thing was sure; Podar Indian Group Song team was always one of *the* teams to beat, I would even like to take the liberty of saying – a force to reckon with. And even though not a singer in the team, I am very proud of the fact that I too had contributed something towards keeping it that way.


The actual college days may have been over. My fellow podarites may be busy in their own individual lives by now. But I am sure that all these youth fest emotions, excitements, joys, sorrows, celebrations, consolations will always be treasured deep down our hearts and will be cherished as sweet memories of our fun days together.


Can’t help saying the evergreen line one more time:


“Aata kasa vattay…??? Bara bara vattay!!!”




Dedicated to Neha, Sanjivani, Aparna, Kaustubh, Vijay, Sagar, Hiral, Sloka, Wadi, Cally, Pushkar, Sandeep and many many many more…